El regreso del jugador de los Timberwolves se convirtió en uno de los acontecimientos de la temporada
Ricky Rubio regresó a las canchas a lo grande, con 8 puntos, 9 asistencias, 4 rebotes y tres recuperaciones en la victoria de los Timberwolves ante los Mavericks por 114 a 106. El Target Center de Mineápolis, con cabida para 20.500 espectadores, estaba a rebosar de aficionados que se congregaron para dar la bienvenida al base catalán, después de nueve meses desde que se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda.
En poco más de dos meses jugando con los Timberwolves durante la temporada pasada, Rubio se ganó la admiración de afición, compañeros y de toda la NBA. «Me enamoré de él desde que llegó», aseguró recientemente Kevin Love, la estrella de la franquicia de Minnesota. Tan hondo ha calado Ricky en los Timberwolves que sus dirigentes y su entrenador, Rick Adelman, optaron por retrasar su regreso a las canchas con fines estrictamente comerciales, alimentando la posibilidad de su vuelta en las últimas jornadas. La reaparición tenía que ser en casa, ante el calor de su público, para provocar un lleno absoluto y montar un espectáculo al más puro estilo de la liga estadounidense.
Los Timberwolves cumplieron las expectativas consiguiendo un gran taquillaje, muy importante de cara a recuperar unas cifras que han ido a la baja en los últimos tiempos (en 2011 recaudaron unos 10 millones de euros). Sin embargo, cabe destacar que la franquicia cotiza al alza con un valor de mercado cercano a los 208 millones de euros y con unos ingresos que en 2011 fueron de 74 millones de euros.
Contrato de superestrella
Ricky Rubio ha firmado con Adidas por 12 años a razón de unos 800.000 euros anuales
El base de El Masnou, que tiene una ficha de casi 3 millones de euros anuales, revitalizó deportivamente a los Timberwolves durante el curso pasado y se convirtió en un referente mediático por lo vistoso de su juego (en 13 partidos dio 108 asistencias, la sexta mejor marca de un novato en la historia). Algo que encanta en la NBA. Ello ha reportado a Ricky un jugoso contrato de patrocinio con Adidas y el honor de ser el tercer mejor pagado de la NBA por la citada marca. Solamente Derrick Rose (ganará 190 millones en los próximos 14 años), que curiosamente sufrió la misma lesión que Ricky la temporada pasada, y Dwight Howard (8,5 millones al año) están por delante de él.
Adidas, que junto con McDonald's es la marca más importante de las 14 que patrocinan a Ricky, le pagará un millón de euros anuales aproximadamente,
aunque algunos medios publican que podría llegar a 76 millones en los próximos diez años. Tratándose de un 'sophomore' (jugador de segundo año), es una absoluta barbaridad y una prueba más del impresionante impacto mediático que generó hace un año, que no solo se mantiene pese a su prolongada ausencia sino que incluso algunos ya osan compararlo con el que tendrá el regreso de Steve Nash a la plantilla de los Lakers
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