jueves, 12 de julio de 2012

INMIGRANTES,mas desesperados que nunca.



INMIGRACIÓN | Murió un militar marroquí

El delegado del Gobierno en Melilla: 'Los inmigrantes ya no vienen en son de paz'

  • Abdelmalik El Barkani avisa de la desesperación de los subsaharianos
  • 'Venían armados con piedras y palos', destaca
  • Juan José Imbroda traslada su pésame a Marruecos por el fallecido

Las avalanchas de inmigrantes que se están registrando en la frontera de Melilla desde hace algunas semanas se han convertido poco menos que en una batalla campal. Según ha explicado este miércoles el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, algunos grupos de subsaharianos que han intentado entrar últimamente a la ciudad venían armados con piedras y palos para tener un mayor éxito en su objetivo de pisar suelo español.
«"Ya no vienen en son de paz, y en este caso le ha costado la vida a una persona que estaba cumpliendo con su obligación, defendiendo la valla entre Nador y Melilla", ha afirmado El Barkani en alusión a la muerte de un suboficial marroquí, que tuvo lugar ayer cuando trataba de impedir que un grupo numeroso inmigrantes saltara en masa la frontera.
La noticia ha causado conmoción en la ciudad, donde tanto el propio delegado del Gobierno como el presidente melillense, Juan José Imbroda, han transmitido sus condolencias y han alabado la colaboración que Marruecos está ofreciendo para impermeabilizar la frontera de Melilla contra los flujos migratorios. También el presidente del Senado, que hoy está de visita en la ciudad, ha expresado su pésame y solidaridad al país vecino.
El Barkani ha confirmado que el soldado murió por una pedrada. El Ministerio del Interior de Marruecos, en el comunicado que anunciaba este fallecimiento, también hablaba del lanzamiento de piedras, que hirió a varios integrantes de las fuerzas del orden que intervinieron.

'Están desesperados'

En Melilla, las últimas avalanchas también se han saldado con agentes heridos. Ayer, sin ir más lejos, un guardia civil sufrió lesiones en un brazo por el forcejeo con los 'sin papeles'.
Para el delegado del Gobierno, la muerte del suboficial alauita se podía haber evitado y es una de las consecuencias de la inmigración ilegalque se está produciendo. Además, hechos como estos demuestran a su juicio que los subsaharianos están desesperados en su intento de penetrar por la frontera y tocar suelo español.
Eso les lleva, ha dicho, "a hacer incluso esta barbaridad", como es provocar, supuestamente, la muerte de un soldado que sólo estaba cumpliendo con sus obligaciones en su puesto de trabajo.
A pesar de este incidente, que ha impactado también a la Policía y a la Guardia Civil que custodian el perímetro fronterizo, El Barkani ha advertido de que tanto España como Marruecos van a seguir trabajando como hasta ahora, intentando evitar cualquier entrada irregular, para que la inmigración que llegue a suelo nacional «sea absolutamente legal.

'Las avalanchas seguirán'

De todos modos, se ha mostrado convencido de que las avalanchas seguirán produciéndose, igual que ha ocurrido desde que llegó el buen tiempo. Melilla se encuentra en situación de alerta extrema por la posibilidad de que en cualquier momento pueda haber un intento masivo de entrada, lo que lleva a las Fuerzas de Seguridad del Estado a estar muy pendientes de todo lo que pueda ocurrir en la alambrada.
El objetivo es evitar que los inmigrantes puedan pisar suelo español en Melilla, algo que se está consiguiendo por el reducido número de subsaharianos que han llegado pese a que la presión migratoria es bastante elevada.
El CETI está ahora mucho menos colapsado que a principios de año, cuando había más de 800 inmigrantes acogidos. Ahora hay 631 y el ritmo con el que están siendo enviados a la Península es mayor que con el que están entrando a Melilla.
Por esta razón, ha agradecido la labor de la Policía y la Guardia Civil, pero también la que están haciendo al otro lado de la valla las autoridades marroquíes por su«magnífica colaboración.
Imbroda también ha hecho hincapié en este aspecto al recordar cómo en 2005, Marruecos no ayudó a evitar las constantes avalanchas en la valla, por las que llegaron cientos de subsaharianos a Melilla hasta provocar el caos. Hoy hay una lealtad que es digno de encomio y agradecimiento, ha reconocido
.

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